Desarrollado por Pablo Tapia, Ismael Gómez y Ana Paula Monsalve, fundadores de la startup, y apoyado por el Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) y la Universidad de Chile, el proyecto utiliza algoritmos y visualizaciones para comparar jugadores de forma sencilla. Además, entrega reportes personalizados a equipos de fútbol profesional y federaciones usando variables cuantitativas del rendimiento de jugadores y equipos. Variables tradicionales, como los pases correctos, y otras avanzadas, como los balones recuperados en campo rival.
Al parecer, la tecnología llegó al fútbol para quedarse y es un apoyo cada vez más importante para tomar decisiones.